Son días de frío y medio sol en el valle de Encartaciones. La lluvia ha aparecido ayer después de muchos días de tiempo seco. La primavera está lejos todavía. Los colores del bosque llenan los ojos y siguen dominando los verdes oscuros, los marrones, los amarillos y los naranjas.
Estos bosques están muy poblados de pequeños mamíferos y aves. Hay mucho para ver y para aprender de los animalitos del bosque. Uno de los más bellos y admirados es el aguilucho. Se ve a menudo por aquí, sobrevolando los bosques alrededor de la casa. Su verso se reconoce fácilmente. Es un ave depredador, probablemente el más grande de los que habitan Bizkaia.
Las hembras alcanzan los 50 cm de longitud, mientras que los machos apenas superan los 40 cm, llegando a alcanzar los 700 y 400 g de peso respectivamente; la envergadura de sus alas es de unos 125 cm.
Otro predador que se puede ver en los cielos de Bizkaia es el halcón peregrino. Hay 84 halcones peregrinos en la provincia, y es un ave de «interes especial»: no está en peligro pero tampoco estamos para tirar cohetes. Esta ave puede alcanzar una velocidad de 300 km/h en picada o cuando caza, lo que hace de este pájaro uno de los más rápidos del mundo. También en este caso, la hembra es más grande que el macho. Su longitud corporal varía entre 34 y 58 cm, y su envergadura es de entre 80 y 120 cm.
Aunque su dieta consiste casi exclusivamente en aves de tamaño medio, caza de vez en cuando pequeños mamíferos, pequeños reptiles e incluso insectos.
El halcón peregrino se convirtió en una especie en peligro en muchas áreas debido al uso de pesticidas, sobre todo DDT. Desde la prohibición del DDT a principios de los años ’70, las poblaciones se recuperaron.
